F.6 Diseñar y evaluar análisis funcionales
- ABA Kazam
- 4 dic 2023
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 20 ene
El Análisis Funcional de la Conducta (FA, por sus siglas en inglés) es una herramienta poderosa para entender por qué un niño realiza ciertos comportamientos. El FA ayuda a identificar la función detrás de un comportamiento. Al observar y recopilar datos en escenarios cuidadosamente diseñados, podemos descubrir qué motiva el comportamiento, ya sea la búsqueda de atención, evitar tareas u otra razón. Con este conocimiento, podemos crear intervenciones que realmente satisfagan las necesidades del niño.
En lugar de etiquetar un comportamiento como “malo” o “problemático,” el FA nos invita a preguntar ¿Qué está tratando de comunicar o lograr el niño con este comportamiento? Al entender la función del comportamiento, podemos diseñar intervenciones que aborden la causa raíz, fomentando cambios positivos a largo plazo.
Las cuatro condiciones básicas del AF El AF examina típicamente el comportamiento bajo cuatro condiciones para identificar su función:
![]() Atención: Se le da atención al niño cuando ocurre el comportamiento.
Si el comportamiento aumenta en esta condición, probablemente está impulsado por la necesidad de atención.
Ejemplo: Un niño grita para obtener la atención de sus padres. Si los gritos aumentan cuando se le presta atención, el AF revela que el comportamiento busca atención. | ![]() Juego/Control: El niño tiene acceso libre a juguetes u otros reforzadores, y no se le exigen tareas.
Si el comportamiento disminuye en esta condición, es poco probable que esté causado por la necesidad de atención, escape o evitación.
Ejemplo: Un niño interrumpe la clase, pero se calma durante el tiempo de juego libre. El AF sugiere que el comportamiento no está motivado por atención, escape o evitación. |
![]() Solo: El niño está solo, sin acceso a atención o juguetes.
Si el comportamiento persiste, probablemente se debe a refuerzo automático (comportamiento que es internamente gratificante).
Ejemplo: Un niño se rasca la piel incluso cuando está solo. Si el rascado continúa, el AF indica que está motivado internamente. | ![]() Escape/Evitación: El comportamiento problemático del niño resulta en la eliminación de una tarea o situación.
Si el comportamiento aumenta, probablemente está impulsado por el deseo de escapar o evitar la tarea.
Ejemplo: Un niño se niega a hacer la tarea comportándose mal. Si quitarle la tarea resulta en más comportamientos de rechazo, el AF identifica el escape como la función. |
Análisis funcional: Más allá de lo básico
Además de las cuatro condiciones básicas, hay variaciones avanzadas del AF que ofrecen información más detallada:
AF breve: Analiza el comportamiento rápidamente en sesiones más cortas.
AF basado en latencia: Se centra en el tiempo entre un desencadenante y el comportamiento para identificar qué lo provoca.
AF basado en ensayos: Usa ensayos breves de manera menos intrusiva para probar comportamientos en condiciones específicas.
AF sintetizado: Combina múltiples hipótesis en una sola prueba para analizar comportamientos complejos.
AF de precursor: Examina comportamientos que ocurren justo antes de uno más significativo, permitiendo intervenciones tempranas.
AF en entornos naturales: Realizado en ambientes reales para alinear estrategias con la vida diaria del niño.
El Análisis Funcional de la Conducta es más que recopilar datos; es un camino hacia la comprensión y el cambio positivo. Al trabajar juntos, padres y maestros pueden:
Descubrir el propósito detrás de los comportamientos desafiantes.
Desarrollar estrategias que empoderen a los niños social, emocional y académicamente.
Fomentar el crecimiento a largo plazo al abordar el “porqué” en lugar del “qué.”
Cuando nos enfocamos en entender las razones detrás de los comportamientos, damos a los niños las herramientas que necesitan para prosperar en todas las áreas de su vida. Cambiemos la perspectiva de manejar comportamientos a comprenderlos, creando una base para un crecimiento significativo y duradero.
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